Frente a mí, en el espejo, yo.
Y en el espejo de allí en frente, detrás de mi, de nuevo yo, en el espejo en el que apoyo mi cabeza.
Detrás de ese yo, otro yo, y detrás, mi hombro.
Y si me inclino un poco a la derecha, de nuevo yo aún más atrás... Si me inclino más aún, yo de nuevo.
Y ya... a menos que me pare y me agache... y está ya muy oscuro...
Y sigo esperando por que el barbero termine con el que llegó antes de mi...
Mientras tanto, en el televisor de la barbería, Ingrid Betancourt baja del avión y abraza a su madre.
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